Cuentos del Mar Menor

Hace pocas décadas bañistas del Mar Menor andaban como locos cogiendo bolsas y bolsas de caballitos de mar, ignorantes a la atrocidad que estaban cometiendo, pues estos eran los que se ocupaban de mantener el agua limpia y cristalina, y así estos animalitos dejaron de ser abundantes y se fueron extinguiendo. Esto era sólo el principio. Urbanización masiva, puertos deportivos, turismo masivo, residuos de minería, y finalmente agricultura intensiva que terminaba vertiendo nutrientes a este pequeño mar cerrado, fueron contaminando sus aguas, que dejaron de ser cristalinas. La presencia masiva de microalgas también fue enturbiando el agua de la laguna e impidiendo que la luz llegue al fondo marino. De esta forma, la flora fue muriendo por falta de luz solar, dejando de realizar la fotosíntesis y de aportar oxígeno al ecosistema. El Mar Menor olía, pero nadie hacía nada. Hasta que un día apareció convertido en una gi...