Cuentos del Mar Menor
Hace pocas décadas bañistas del Mar Menor andaban como locos cogiendo bolsas y bolsas de caballitos de mar, ignorantes a la atrocidad que estaban cometiendo, pues estos eran los que se ocupaban de mantener el agua limpia y cristalina, y así estos animalitos dejaron de ser abundantes y se fueron extinguiendo. Esto era sólo el principio. Urbanización masiva, puertos deportivos, turismo masivo, residuos de minería, y finalmente agricultura intensiva que terminaba vertiendo nutrientes a este pequeño mar cerrado, fueron contaminando sus aguas, que dejaron de ser cristalinas. La presencia masiva de microalgas también fue enturbiando el agua de la laguna e impidiendo que la luz llegue al fondo marino. De esta forma, la flora fue muriendo por falta de luz solar, dejando de realizar la fotosíntesis y de aportar oxígeno al ecosistema.
El Mar Menor olía, pero nadie hacía nada.
Hasta que un día apareció convertido en una gigantesca sopa verde. El Mar Menor lanzaba su primer grito de auxilio. No podía más, ya no podía absorber más nutrientes. Se perdía el oxígeno del agua y por lo tanto moría la vida acuática
Se estaba viendo que el Mar Menor se estaba convirtiendo en un mar muerto, y quienes lo recordaban desde infancia, añorando aquellas aguas cristalinas y llenas de vida, se lamentaban con tristeza.
Pero no fue hasta que aparecieron toneladas de peces muertos hasta que no se hicieron cargo del asunto, hasta que no empezaron las movilizaciones, y fue entonces cuando las autoridades comenzaron a hacer algo y legislar y a tomar medidas.
Expertos llevaban años alertando del grave peligro que corría el Mar Menor, y hacía mucho tiempo que este lugar único se debía de haber protegido.
Como consecuencia de todo esto, y de esta lamentable y condenable catástrofe ecológica, surge este libro.
Veinte autores exponen sus diferentes puntos de vista, o simplemente lanzan pinceladas sobre este lugar que antes se consideraba un paraíso, pintan paisajes, escenas o cuadros con palabras, añoran los tiempos pasados, resaltan los tiempos presentes, y lanzan mensajes de esperanza. Anhelando que el Mar Menor se recupere y vuelva a vivir.
Hay también espacio para la fantasía, también para la historia, la tradición y la leyenda. Haciéndose así también un libro ameno y variado.
Yo contribuyo con el relato titulado “Caballitos de mar”, que forma parte de esta antología de Ediciones Irreverentes que invito a adquirir y leer.
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